Hoy empezamos un recorrido por los vinos más míticos alrededor del globo. Y quién sabe, tal vez descubras que no hay nada como la Ribera del Duero.
Alerta spoiler: no lo hay.
Por su parte, el sake no es un vino tal y como los conocemos, sake en japonés significa “bebida alcohólica”, pero obviamente, no cualquier bebida es sake. El sake es una bebida japonesa muy popular, versatil y de amplio retrogusto.
Se trata de una bebida fermentada, como el vino o la cerveza, no un destilado, o sea que olvídate de ese chupito de nombre impronunciable que te dieron en aquel restaurante chino de tu barrio.
Eso sí, el sake es la bebida no destilada que mayor graduación alcohólica puede alcanzar de forma natural gracias a su proceso de elaboración, único en el mundo, llamado fermentación múltiple paralela o doble fermentación, que es lo que lo diferencia de nuestros vinos y cervezas.
Origen del sake
Son varias las teorías que rodean al origen de la bebida más típica de Japón, pero en algunas de ellas se habla de que ya se consumía en el siglo III.
En el Nihonshoki, el segundo libro más antiguo de la historia de Japón, publicado en el año 720, ya se encuentra registrada la palabra sake. En aquella época se trataba de una ofrenda a los dioses para que la cosecha de arroz fuera buena, pero también un regalo de los campesinos al emperador.
Por aquel entonces, el arroz era un bien preciado y no se podían permitir desechar la cantidad sobrante al filtrar la bebida. Por eso, se caracterizaba por contener trozos sólidos de arroz.
Cómo se elabora
Para la fabricación del Sake, las proporciones son de un 80% de agua y un 20% de arroz. Dato curioso: en Japón, existen más de 50 tipos de arroz utilizados para la fabricación de esta bebida.
El koji-kin es uno de los elementos más importantes en la producción de sake, usado también para producir miso y salsa de soja. Se trata de un hongo cuya función es convertir el almidón del arroz en azúcares gracias a su carga enzimática.
El hongo koji se usa para convertir el arroz de la bodega en arroz koji, en un proceso que dura entre 40 y 50 horas y que se realiza al detalle, y en su mayoría, de forma artesanal, en una sala especial con humedad y temperatura controladas por un profesional del sector.
Dependiendo del productor, la materia prima y el método de elaboración el sake puede diferir mucho entre sí. Por lo tanto, es posible hacer catas y detectar matices diferentes.
En Japón, el sake se elabora de formas diversas según las diferentes provincias. En total son 47 municipios en los que se elaboran los mejores sakes del mundo.
Cómo tomar sake
Se trata de una bebida que se puede tomar de diversas formas, en función del momento o del maridaje propuesto. Pese a ello, lo máscomún es beberlo frío (entre 5 y 10 grados).
El sake japonés es una bebida habitual en las comidas. ¿El motivo? Su imponente sabor, el cual potencia los sabores y, también, su baja acidez, aspecto que lo hace maridar con cualquier alimento.
El método para consumirlo es muy característico: se bebe en pequeñas tazas de cerámica o vidrio, que reciben el nombre de choko/ochoko y las vasijas de cerámica donde se apoya se conocen como tokkuri.
Asimismo, según las tradiciones japonesas, nunca se debe llenar la taza propia, sino la del acompañante. Además, al servirlo se debe levantar la taza dejándola reposar sobre la mano izquierda, mientras se sostiene con la derecha.