Si no sabes qué regalo hacerle esta Navidad, contesta a este sencillo cuestionario sobre la persona a la que tienes que regalar:
- ¿Es amante de la buena mesa?
- ¿Suele apuntarse a las rutas de vinos?
- ¿Ha estado de visita en una bodega en el último año?
- ¿Le gusta el queso?
- ¿Rara vez dice que no a una “cintita”?
- ¿Ha comprado más de dos botellas de vino en los últimos tres meses?
- ¿Ha hecho una cata en el último año?
- ¿Tiene una o varias vinotecas de referencia?
Si la respuesta a alguna de estas preguntas es “sí”, ya tienes regalo: hazte con una botella de vino y prepárate para triunfar. La siguiente parte es decidir cuál. Te damos unas pistas para acertar también en eso.
- ¿Tinto o blanco?
Es la pregunta más básica, y la respuesta depende de sus gustos particulares. No obstante, si crees que le pueden gustar por igual ambas opciones, opta por un tinto, más compatible con el frío y buen maridaje para las comidas de la época, con muchas carnes, salsas y pescados azules y grasos.
- ¿Joven o con crianza?
Mejor con crianza. Un vino que pasa por el envejecimiento en barrica es más estructurado y equilibrado y, dependiendo del tiempo que haya estado, habrá desarrollado matices, será más complejo.
- ¿Cuánto tiempo de crianza?
Eso depende de tu presupuesto y de los gustos de la persona a la que vas a regalar. Un crianza es una opción más que aceptable. Será más ligero y afrutado, y un buen maridaje para casi cualquier plato. Un reserva será más complejo. Con los aromas propios de la fruta surgirán otros que tenderán a la madera, los frutos secos, las especias… Es el llamado buqué.
Si tienes especial interés en este regalo de Navidad o sabes que a esta persona en particular le gusta mucho el vino, lánzate a por la opción más especial: un vino de autor. Se trata de una bebida más compleja y creativa, la obra más personal del enólogo de la bodega.
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