
Durante las circunstancias que vivimos en los últimos días, mantener la cabeza ocupada es fundamental. Adelantar las series, empezar un libro o sacar a relucir nuestras habilidades como chef son algunos de los quehaceres más extendidos.
Desde Bodegas Raíz de Guzmán queremos contribuir a que esta cuarentena sea lo más agradable posible. Por ello, te traemos la receta de patatas revolconas, un imprescindible plato castellano que puedes preparar en familia y que además, está para chuparse los dedos.
Origen de las patatas revolconas
El plato de patatas revolconas, también conocidas como patatas meneás tienen su origen en las clases más humildes de las zonas de Castilla y León, en particular Ávila y Salamanca, Extremadura y el oeste de la provincia de Toledo.
Se trata de una receta muy popular en las casas y fondas de los campesinos que vivían y dedicaban su vida al campo. Dados su altos componentes calóricos, este plato aportaba la energía necesaria para ejercer las labores de la vida rural.
Se elaboraba con carne procedentes de la primera matanza, las patatas recolectadas del huerto y el pimentón que usaban para los embutidos.
Actualmente, el método de elaboración de las patatas revolconas no difiere mucho de la receta tradicional. De hecho, con el tiempo la receta se acabó estandarizando y hoy en día se ha convertido en un imprescindible en cualquier taberna castellana.
Ingredientes

Como decíamos se trata de un plato sencillo y con ingredientes al alcance de cualquier bolsillo. Esto es lo que necesitarás para elaborar unas deliciosas patatas revolconas:
- 4 patatas grandes
- 3 dientes de ajo
- 1 hoja de laurel
- Pimentón dulce de La Vera
- Pimentón picante de la Vera
- 200 gramos de tocino adobado.
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto.
Elaboración de las patatas revolconas
Una vez organizados todos los ingredientes, el primer paso es poner a cocer las patatas durante unos 20 – 40 minutos (dependiendo del tamaño) junto con una pizca de sal y una hoja de laurel. Recomendamos que cuezas las patatas con piel para que mantengan su almidón.
Para comprobar el estado de la patata puedes utilizar un tenedor, el cual debe entrar con suavidad en el interior del tubérculo. Cuando estén cocidas, el siguiente paso es pelar las patatas. Un consejo para agilizar el proceso es hacerlo mientras están calientes.
Una vez listas, en un plato y con la ayuda de un tenedor aplastar suavemente las patatas hasta eliminar cualquier tipo de grumo. Reservar el puré para más adelante.
El siguiente paso es elaborar la salsa. Para ello, hay que calentar aceite en una sartén y añadir los dientes de ajo hasta que se doren. Después, espolvorear una cucharadita de pimentón dulce de la Vera y media cucharada de pimentón picante.
En siguiente instancia, añadir el tocino en dados y freír la carne hasta que muestre un aspecto crujiente. Este aspecto es fundamental, ya que el una de las características principales de este plato es el contraste entre el crujiente de la carne con la textura suave del puré de patata.
Para finalizar, servir la salsa por encima de las patatas machacadas y con la ayuda de una cuchara de madera mezclar bien todos los ingredientes. Puedes emplatar en una cazuelita de barro para darle un aspecto más tradicional. ¡Te encantará!
¿Con qué vino acompañar las patatas revolconas?
El maridaje es el arte de combinar un determinado plato con la bebida que otorgue al comensal un mejor resultado gustativo. Sea cual sea la receta, Bodegas Raíz de Guzmán tiene un vino con el que potenciar los sabores.
Centrándonos en la receta de hoy, nos encontramos ante un plato de potente sabor y con texturas diferentes. En este caso, el vino que acompañe esta comida requiere un equilibrio entre la acidez, el alcohol y la fruta.
Por ello, la elección más acertada es un vino curtido y maduro como Raíz Profunda. Sus 23 meses de crianza y su sabor intenso y estructurado Pueden llevar a un plato sencillo como este a una nueva dimensión.
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