Si alguna vez has visitado una bodega o has estado en una cata de vinos, seguro que te has dado cuenta de que el mundo del vino es mucho más complejo de lo que parece a primera vista. Conseguir que un vino, no solo esté rico, sino que también tenga una personalidad propia con los matices que le hacen diferente a otros vinos, incluso dentro de la misma bodega, es una tarea apasionante, pero también muy complicada. Ahí es donde entra en juego la capacidad del enólogo.
Si te interesa dedicarte al mundo del vino o simplemente tienes curiosidad y quieres llevar tu afición al siguiente nivel, en el post de hoy te explicamos qué hacer para convertirte en enólogo.
Empecemos por los básicos, qué hace el enólogo
Si nos remitimos a la definición estricta, el enólogo es la persona capaz de ejercer el conjunto de actividades relativas a las técnicas de cultivo del viñedo y la elaboración de vinos. Es decir, está a cargo de la materia prima, la uva, y del producto final, el vino. Del campo al laboratorio.
El enólogo cumple muchas funciones diferentes en una bodega. Como por ejemplo, determinar el momento adecuado para la vendimia de la uva, que depende del dulzor, acidez y nivel de humedad de cada variedad. Supervisará todo el proceso de la vendimia, la cantidad de sulfitos de levadura y azúcar que se deben agregar, y determinan cómo y cuándo usar las cubas y bombas para fermentar el vino antes de transferirlo al acero o la madera.
En las bodegas grandes, un enólogo también supervisa a los técnicos de laboratorio que prueban el vino para medir su composición de sustancias químicas y dulzor y decidir cuándo es el mejor momento para embotellar el producto, en el caso de una bodega más familiar como Raíz de Guzmán, el enólogo es también el técnico de laboratorio. Este paso es decisivo para una cosecha en particular, y es una de las razones clave por las que un enólogo altamente calificado es tan importante.
Si quieres saber más, tenemos un post que explica en detalle el oficio de enólogo.
Qué habilidades necesita un enólogo
Lo primero que necesita un enólogo es gusto y olfato para ser capaz de apreciar en profundidad el vino (y sus variedades) con sus muchos matices, además debe tener una sólida comprensión del proceso de elaboración del vino de principio a fin, así como las diversas formas de alterar el proceso para crear diferentes tipos de vino.
Por supuesto, es básico prestar atención a los detalles, tener paciencia, el proceso para obtener un crianza, por ejemplo, dura varios años, y ser capaz de comprender los aspectos técnicos y químicos del proceso de elaboración del vino. Y si tiene dotes comerciales, mejor aún, ya se sabe que una bodega se acaba haciendo de todo.
Qué hay que estudiar
Antiguamente la preparación del vino era parte de una tradición, un oficio que se aprendía con la práctica, se transmitía de generación en generación o empezaba entrando como aprendiz en una bodega.
Afortunadamente, en la actualidad, existen programas y certificaciones específicos que pueden ayudar a preparar a un enólogo para las tareas que realizará. Si bien no existen requisitos previos obligatorios, sí que hay varios títulos que pueden ayudar a avanzar en la carrera de un aspirante a enólogo.
En España, desde 1996 existe un grado (antes licenciatura) oficial en Enología, un grado de 4 años que se imparte en distintas universidades como la de Palencia, Badajoz, Cádiz o La Rioja. Una licenciatura en un campo relevante como Ingeniería Agrónoma, Biología o Química puede ser muy útil para convertirse en enólogo, pero también existen numerosas opciones en la formación Profesional.
Y por último, si conoces alguna bodega o tienes alguna cerca de casa, no dudes en acercarte y preguntar, estarán encantados de ayudarte con tus dudas. Y quién sabe, tal vez encuentres unas prácticas.