El terroir, también conocido como terruño, está vinculado a las condiciones físicas y químicas del suelo donde se cultiva el producto, que junto a la situación geográfica y el clima dotan al vino de unas cualidades únicas e identificables.
Elementos de influencia
La convergencia de algunas variables como el terreno, el clima o el factor humano, generan vinos diferentes y con características especiales:
El terreno y todas sus variables, como la orografía, la orientación, el tipo de suelo o el grado de inclinación donde se cultiva la vid determinarán la calidad del vino una vez embotellado. Existen suelos muy variados (arenosos, francos, calizos, gravas, limosos, arcillosos, margas…), pero no es lo único a tener en cuenta, también los elementos biológicos, físicos y químicos.
En el caso de los viñedos de Raíz de Guzmán, se utiliza un suelo de guijarro proveniente de Bocos del Duero y en las zonas de mayor altitud suelos rojizos con abundancia en cascajo.
El clima: agentes como la temperatura, la humedad o el viento son elementos a considerar a la hora de cultivar la vid. En este sentido hay que prestar especial atención a la adaptación de las cepas, por ejemplo en las regiones más frías como la Ribera del Duero se suele optar por cepas en zonas de mayor altitud y de ciclos más tempranos por su férrea resistencia ante las heladas.
El factor humano es otro de los factores de mayor influencia, puesto que el viticultor es el encargado de elegir tanto el tipo de terreno, el marco de plantación, los sistema de conducción, la densidad de las platas del entorno y la utilización de productos químicos.
Otros factores…
- La textura del suelo es un aspecto fundamental para el desarrollo de las raíces, al determinar el acceso al agua de la que dispondrá la vid, los nutrientes y la aireación del terreno.
- En función de la profundidad a la que se encuentre la vid dependerá la cantidad de tierra que está en contacto con las raíces. De suelos poco profundos y poco fértiles se suelen obtener las uvas de mejor calidad, aunque esto no es una ciencia cierta, puesto que los suelos de secano otorgan a la vid la posibilidad de superar las carencias hídricas y nutricionales a las que está expuesta, buscando sustento a mayor profundidad. Es el caso de nuestro vino de autor: Raíz Profunda.
- La salinidad es un factor extremo en el desarrollo de la vid. Esto es así por la desecación que sufre al no poder absorber el agua de suelo.