La crianza la temperatura, la añada o incluso el corcho, son algunos de los factores que se deben tener en cuenta para disfrutar de una buena copa de vino. Pero no debemos subestimar la importancia de la copa. Escoger la mejor copa para cada tipo de vino no solo afecta a nivel estético, también influye en sus propiedades. Y es que una de las misiones de la copa de cristal es permitir a cada vino desplegar todos sus aromas.
En líneas generales, una copa de vino apropiada debe:
-Ser totalmente transparente. Así podrás disfrutar del color del vino.
-Tener paredes finas. Una copa de cristal fino influye menos en la temperatura del vino.
-Tener un tallo largo. El tallo debe ser suficientemente largo para que se pueda sujetar cómodamente con el dedo índice, corazón y pulgar. Ya te explicamos cómo sujetar una copa en nuestro post sobre cómo probar el vino en un restaurante.
Copa tempranillo
Riedel, la firma cristalera para copas de vino por excelencia, desarrolló entre 1993 y 1995 un tipo de copa pensada especialmente para la variedad española más extendida y la más utilizada entre los vinos Ribera del Duero. Para crearla, la firma austriaca realizó catas con bodegueros de las principales regiones de producción de las variedades syrah y tempranillo, ya que estas dos variedades de uva tienen características similares. Es perfecta para vinos de uva tempranillo con una fuerte concentración de taninos, vinos con crianza, pruébala con un Raíz Crianza y no te arrepentirás.
Burdeos
Se usa con vinos tintos, preferentemente jóvenes que presentan una gran potencia aromática y frutal. En caso de duda, esta es la copa más versátil. La altura de esta copa permite que el vino se dirija directamente a la parte posterior de la boca para maximizar su sabor.
Copa borgoña
Ideal para vinos tintos de mayor bouquet, tiene una boca más abierta y la forma es más abombada. Así se aprecian los aromas terciarios de tintos que han pasado por madera. No es tan alta como la burdeos, pero su tazón es mucho mayor, dirigiendo el vino a la punta de la lengua para degustar sus más delicados sabores.
Flauta o tulipán
Las copas con forma de flauta son las mejores para beber sidras espumosas, cavas o champán, pues permiten que las burbujas permanezcan intactas durante más tiempo en la copa.
Copa para vino blanco
Su tamaño es un poco menor a la de tinto y la apertura algo mayor, permite detectar mejor la acidez y equilibrio de dulzura del vino. Estas copas presentan también un largo del tallo algo mayor, para conservar mejor la temperatura, puesto que debe servirse más frío. Estas copas también pueden servir para vinos rosados e incluso tintos jóvenes y afrutados, ya que no necesitan un gran tamaño de cuerpo para el correcto desarrollo de sus aromas.
Copa de Jerez
La copa de Jerez se mantiene sin cambios desde su creación. Incluso la desarrollada por Riedel es igual que la tradicional copa de sherry, puesto que consideraron que no podía mejorarse y que resuelve a la perfección la necesidad de recoger el inconfundible perfume de este licor en el interior de la copa.
Fotos de Riedel.com