Abres tu botella de vino (¡si es de vino Ribera del Duero, mejor!), te sirves una copa y la guardas. Aunque vuelvas a poner el tapón, cuando otro día vayas a tomar otra copa, lo más probable es que el sabor sea diferente. Hoy te damos 6 claves para conservar una botella de vino una botella de vino abierta.
¿Por qué se estropea el vino?
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que el vino se estropea rápidamente una vez abierto. Al retirar el corcho, el oxígeno entra en la botella abierta y toma contacto con el vino, lo cual es positivo en un primer momento, pero acaba mermando sus cualidades organolépticas y, a la larga, su aroma, sabor y calidad, provocando el característico sabor a vinagre.
Aun siendo cuidadosos, cualquier vino abierto se habrá estropeado en un corto lapso, pero si no tomamos medidas, puede echarse a perder de la noche a la mañana.
No expongas el vino a la luz
Evita su exposición a la luz solar y a un ambiente muy luminoso. Las altas temperaturas y los rayos ultravioletas del sol favorecen la oxidación del vino y podrían echarlo a perder antes de lo previsto.
Vigila la temperatura
No importa si es vino tinto, blanco o rosado, una vez abierta la botella, el frío se convierte en nuestro amigo. Lo mejor es guardar el vino en el frigorífico, así evitas los cambios de temperatura bruscos a la vez que la exposición al sol.
Cierra bien la botella
La botella debe cerrarse siempre con su propio corcho, de forma que se evite el paso de aire. Si crees que no vas a acabarla, lo suyo es que tapes la botella tan pronto como te sirvas tu copa.
Guarda la botella de vino abierta en posición vertical
Es conveniente conservar las botellas de vino cerradas en horizontal, pero para una botella abierta, busca sitio en la nevera para que quede en posición vertical. Al tumbarla, se acentúa el movimiento y se incrementa el riesgo de que el vino entre en contacto con el oxígeno.
Trasvasa el vino
Cuanto menos líquido quede en la botella de vino abierta, más rápido será el proceso de oxidación, pues mayor oxígeno hay en el interior. Una opción para evitarlo es utilizar un embudo para verter el vino restante de la botella original en una más pequeña, procurando que ésta quede completamente llena de vino.
Aprovecha los gadgets
Cada vez hay más utensilios disponibles para los amantes del vino. El más habitual es el vacuvín, una especie de tapón con una bomba que permite extraer el aire de la botella, doblando la vida del vino. Existen también aparatos para hostelería con los que se puede introducir gas inerte en la botella, lo que permite alargar mucho más la vida del vino, pero son un poco más caros.
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