Las temperaturas propias de enero y febrero hacen que apetezcan platos invernales, más calóricos y, por lo general, de cuchara. Por su consistencia, suelen ser recetas idóneas para maridaje con tintos con crianza, complejos y con cuerpo, como nuestro Reserva o nuestro vino de autor, Raíz Profunda. En Raíz de Guzmán, te traemos cinco platos invernales para maridar con vino tinto.
1. Lentejas
Con un alto contenido en hierro y calcio, las lentejas son idóneas para esta época del año. Precisamente por eso, también ayudan a reforzar el sistema inmunitario, que nos protege de catarros, gripes y otras afecciones típicas del invierno. Estofadas con verduras o en su versión más contundente, con jamón o chorizo, son protagonistas de un plato delicioso que puedes maridar con un crianza.
Si escoges Raíz de Guzmán Crianza para acompañar tus lentejas, percibirás el equilibrio en la intensidad de ambos. El tanino fino y amplio del vino y los tonos balsámicos y especiados que lo hacen especial casan a la perfección con recetas de cuchara, no solo las lentejas, también el cocido o los estofados de carne, por ejemplo.
2. Fabada
Si de algo saben los asturianos, es de comida. Uno de sus platos más representativos, la fabada, es perfecta para un día de frío. Elaborada con fabes y un compango contundente, con morcilla, chorizo y tocino, entre otros embutidos. Su potencia reclama vinos tintos complejos.
Raíz de Guzmán Reserva tiene las características perfectas para el maridaje con fabada: es estructurado, es cremoso, es untuoso, es voluminoso, tiene largura… Sus recuerdos a café y chocolate lo convierten, además, en un vino goloso, que, en su unión con la fabada, dará lugar a lo que se conoce como maridaje de contraste.
3. Bacalao al horno
No solo con carne casa el vino tinto. De hecho, hay muchos guisos y platos de pescado que maridan con tinto. Una receta invernal y sencilla es la del bacalao al horno, acompañado de patatas, cebolla y las verduras que prefieras (normalmente, pimientos, puerro o calabacín, por ejemplo).
Como se trata de un pescado fuerte y de tendencia salada, lo ideal es buscar un tinto con un punto dulce, con el que conseguiremos lo que conocemos como maridaje por contraste. Por sus aromas tostados y la combinación de especias y maderas con café y chocolate, Raíz Reserva sería un compañero de altura para el bacalao.
4. Rabo de toro estofado
La carne marida prácticamente con cualquier vino tinto con algo de envejecimiento en barrica. Y más si hablamos de estofados. El rabo de toro da lo mejor de sí mismo cuando se le aplica una cocción lenta en una cazuela de esas de toda la vida. En el plato, acompáñalo de un buen puré de patatas o de unas patatas fritas caseras. En la mesa, escoge un Reserva, un vino potente y con un punto goloso que contrasta de maravilla con el sabor de la carne.
5. Sopa castellana
Una receta sencilla y deliciosa para entrar en calor. Para hacer sopa castellana solo necesitas jamón, aceite, pimentón, pan duro, ajo y huevo y una olla. La elaboración es sencilla y el resultado encaja al 100% con la uva tempranillo con la que se elaboran los vinos Raíz de Guzmán. En este caso, la opción más recomendable debería tener bastante fruta. Por eso, recomendamos nuestro Crianza como compañero de mesa de la sopa castellana.