El vino ha sido tradicionalmente considerado una bebida de dioses. En el Nuevo Testamento, el primer milagro de Jesús fue transformar el agua en vino en las bodas de Caná, a petición de su madre, ya que se consideraba un fracaso y casi una deshonra para la familia ofrecer un banquete sin el apropiado maridaje. Si nos retrasamos en el tiempo, encontramos un reflejo de su importancia en las mitologías griega y romana, que hasta dedicaban un dios al vino. Os hablamos de Baco.
Hijo de Zeus
Los romanos llamaban a este dios Baco, mientras que los griegos lo conocían por el nombre de Dioniso. El personaje es el mismo, uno de los hijos que Zeus (Júpiter para los romanos) tuvo como fruto de sus frecuentes relaciones extramatrimoniales.
Su madre es Selene, una mortal que luego fue manipulada por Hera, la esposa de Zeus: al conocer el embarazo, la diosa se disfrazó y convenció a Selene para que pidiera al jefe del Olimpo que se mostrara ante ella en todo su apogeo. Al hacerlo, Selene murió petrificada, aunque Júpiter pudo rescatar el embrión de su barriga, para implantárselo a sí mismo en el muslo, donde completó el proceso de gestación.
Criado por Sileno
Con ayuda de las ninfas, el encargado de criar a Baco por orden de Zeus fue Sileno, hijo del mensajero de los dioses, Hermes, y de una ninfa. Sabio que incluso podía predecir el futuro, era conocido, sobre todo, por su amor por la bebida. El pintor barroco José de Ribera lo convirtió en protagonista de su óleo sobre lienzo Sileno ebrio, de 1626.
Libertador
Baco era también dios de la agricultura y el teatro y en la cultura popular de la época también se llegó a considerar un libertador. De acuerdo con las teorías de la época, el motivo es que el vino conduce a estados de éxtasis en los que la persona se libera del propio ser y los aspectos negativos vinculados a este, como las preocupaciones.
Símbolos
Además del vino, la parra y las uvas, los símbolos más importantes con los que se relacionaba a Baco eran la hiedra, la serpiente y el toro. Las representaciones suelen presentarlo vestido con pieles de zorro o de leopardo, acompañado de ninfas o humanos ebrios. Es el caso de El triunfo de Baco, óleo sobre lienzo creado por Velázquez entre 1628 y 1629, también conocido con el nombre de Los borrachos.
Adoración
En la obra de Homero, Dioniso era considerado un dios menor. En realidad, este personaje era un semidios, dado que su madre era una mortal. Sin embargo, el culto a Baco cobró una importancia progresiva, especialmente en la cultura romana a partir del siglo II a.C. La palabra bacanal como hoy la entendemos es una evolución de los ritos en honor a Baco, que fueron prohibidas por el Senado porque, en teoría, en ellas se planeaban conspiraciones políticas y otros crímenes.
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