All the single ladies (and gentlemen)! Hoy celebramos el día del solter@, así que, como dice Beyoncé, ¡levantad vuestras manos (o, mejor, vuestras copas) y a brindar!
Estamos seguros de que no hace falta que te digamos que, en Bodegas Raíz, el vino es nuestro gran amor, pero, por si acaso, aquí van algunas razones por las que estamos seguros de que el vino, muchas veces, es mejor que una pareja.
1. El vino nunca te deja plantad@.
Qué bien se está solo en esta mesa para dos.
2. Al vino le gustan todos tus amigos.
Incluso el que siempre habla de su viaje a la India.
3. Y a tus amigos les gusta el vino.
Mucho y todo el rato.
4. Y a tus padres.
5. El vino queda bien en Instagram.
Siempre.
6. El vino no tarda dos horas en elegir una peli y luego se queda dormido.
Yo no quería ver Love Actually por decimotercera vez.
7. El vino no te engaña.
Si es bueno, lo sabes desde el principio. Si es malo, también.
8. El vino no te hace ghosting, ni breadcrumbing ni planting.
Y no sé si me he inventado estas palabras porque tengo más de 30 años y, la verdad, ya no me entero.
9. El vino te acompaña en cualquier ocasión.
Una cita, cena con amigos o una noche de mantita y serie.
10. El vino no le hace ascos a ningún plato.
El buen vino marida con todo.
11. Con el vino no hay sorpresas. Tú eliges el tamaño.
Yo no sé a l@s demás, pero a mí, me gustan grandes.
12. El vino no discute ni te lleva la contraria.
Ni siquiera el peleón. Además, si es bueno, no te da dolores de cabeza.
13. El vino, si es bueno, siempre cumple sus promesas.
Mejor que un Lannister.
14. El vino no te pone excusas.
«Eres genial, pero…», «esto no me había pasado nunca», «no estoy preparado para una relación».
«Iris ginil, piri», «isti ni mi hibíi pisidi ninqui», «ni istii pripiridi piri ini riliciin».
15. Al vino siempre le apeteces. Y casi siempre te apetece.
16. El vino no sabe hacer la cucharita, ni falta que le hace.
Y con una copita, seguro que entras en calor.
17. El vino te deja tu espacio y él siempre tiene el suyo.
18. El vino no te rompe el corazón.
De hecho, te lo cuida si lo tomas con moderación.
19. El vino no te engaña con tu mejor amigo.
¿En serio, Marta? ¿Con mi compañero de piso?
20. El vino siempre sabe qué ponerse.
Nada de preguntas incómodas ni horas frente al armario cuando llegas tarde. El vino siempre tiene el conjunto adecuado para cada ocasión.
21. Si te encuentras en el supermercado un vino que te ha gustado mucho, te alegras.
No te da un microinfarto, ni tienes que huir al pasillo de los congelados.
22. El vino no te quita espacio en la cama.
Y tampoco ronca como un cochino en mitad del campo. ¡No me vengas con lo de respirar fuerte, Elena!
23. Si el vino te dice que te llama… Deja de beber.
Siempre con moderación.
24. El vino te acompaña en tu boda, no te deja plantada en el altar.
El vino nunca haría lo que hizo el mierda de Jaime, ¿me oyes, Jaime? Pues me lo pasé genial sola en Tailandia.
25. Con el vino nunca hay encuentros incómodos.
No lo ves en ese festival, no te lo encuentras en Tinder, ni cuando bajas al chino en chándal un domingo de resaca. Se acaba la botella ¡y a reciclar!
26. El mercado del vino siempre tiene buenas opciones.
Hay una denominación de origen para ti esperándote ahí fuera.
27. El vino no te dice que no le pasa nada.
Tú sabrás.
28. Al vino no hay que regalarle nada.
Aunque si quieres tener un detallito…
29. El vino siempre huele bien. Y si huele mal, tíralo, que está malo.
Ni el vino debería oler a vinagre ni lo de tu ex era «natural».
30. El vino aparece en tu casa cuando tú quieres.
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