Se reúne toda la familia y el menú está a la altura de los comensales. Ahora toca escoger los vinos. Un buen maridaje ensalzará los sabores de los platos que cocinéis; uno malo conseguirá el efecto contrario. ¡No lo subestimes! Elige los vinos adecuados y la cena será todo un éxito. Te damos tres consejos de maridaje para Nochebuena.
Aperitivos y entrantes
Recuerda que la clave está en encontrar el equilibrio entre comida y bebida, impidiendo que uno invada al otro. Hay que buscar una armonía. Para los mariscos y los aperitivos más suaves, escoge una opción ligera, quizás con un toque fresco. Un rosado es un buen maridaje para gambas, cigalas, langostinos, etcétera.
Para quesos, patés, ibéricos y otros embutidos, ¡pásate al tinto! Lo más probable es que combinéis unos más suaves y otros más intensos, así que no te compliques y escoge un vino que case con todos. Un crianza es la opción perfecta para el inicio de la velada.
Principal de Nochebuena
Carnes asadas como cordero, pavo o cochinillo, pescados de sabor intenso como bacalao o besugo… Los principales típicos de Nochebuena te permiten optar por vinos con más tiempo en barrica. La noche es fría y el tinto calienta el alma, así que sigue en la línea iniciada en los entrantes, pero opta por opciones con mayor envejecimiento.
Un reserva o un gran reserva irán perfectos con el principal. Si buscas algo más especial, escoge un vino de autor.
Postres
Lo más típico para el postre es brindar con algún espumoso cuyo sabor seco contraste con el dulzor de los dulces navideños. Si este año quieres marcar la diferencia, vuelve a por el rosado. Las frutas y el frescor de este tipo de vino lo convertirán en un gran acompañante para mazapanes, turrones, polvorones y demás.
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